jueves, 30 de julio de 2015

HUMEDADES II: OTROS FACTORES “DOMÉSTICOS” AJENOS A LA VENTILACIÓN


En el artículo anterior, en relación a las humedades provocadas por la falta de ventilación, acabamos haciendo una pequeña reflexión relacionada con el cuidado de nuestra vivienda y de cómo con sencillos gestos podemos mantenerla e ir corrigiendo los desperfectos.

En este sentido, en el relativo a lo que depende de nosotros mismos, podemos hablar de otro problema de muy fácil solución, se trata de las humedades por filtraciones en las juntas de la bañera o algún otro sanitario.  No es que sea muy habitual, pero puede aparecer en viviendas de reciente adquisición, al menos donde más me lo he encontrado ha sido en el mantenimiento de postventa de promociones.  Vamos con ello.
  

HUMEDADES POR FILTRACIONES DE BAÑOS Y COCINA


La manifestación típica es la de una mancha más o menos sutil, de un tono más subido que la pintura, al otro lado de la pared de un baño, a media altura. (Quizás la que se ve en la siguiente foto sea un poco exagerada, pero si no, sería más difícil de apreciar en la pantalla).

El origen va a ser fácil de encontrar.  Si nos pasa en casa, comprobaremos primero el estado del cordón de silicona que debe bordear sanitarios y muebles.  Pueden pasar dos cosas:

·         Que esté en perfecto estado. Llamaremos entonces a un fontanero. Posiblemente haya una fuga en alguna conducción.  Quedará en manos del profesional su detección y reparación. Y una vez seca la mancha se procederá a su saneado y repintado.

·         Que el cordón de silicona sea muy delgado, con alguna posible discontinuidad, e incluso que no exista.   Obviamente ya tenemos la solución. Rascaremos el resto de cordón con una espátula angular, limpiaremos si hay restos de moho (con lejía o producto específico “antimoho” (el de la marca HG es muy efectivo)) y dispondremos una nueva tira de silicona dispuesta correctamente.


HUMEDADES POR FILTRACIONES EN ELEMENTOS PUNTUALES DE TERRAZAS O AZOTEAS

Esto va dirigido a los propietarios de pisos con terrazas: deben recordar que es inevitable que realicen pequeños cuidados en sus terrazas, son los responsables de su mantenimiento, y para evitar, entre otras cosas, daños en los techos de las viviendas de abajo.


En este caso, el problema siempre surge en la planta inferior, bien sea del mismo propietario o una vivienda distinta.  En el techo aparecerá una mancha sobre la pintura similar a la de la fotografía anterior y que conviene subsanar cuanto antes para que no se enmohezca. Y la solución, deberá tener lugar en la propia terraza de la planta superior.

El origen puede ser de tipo constructivo, por una mala colocación de la lámina impermeable (de la que hablaremos en otro apartado), pero antes habrá que descartar otras causas puntuales.  Describamos algunas de ellas:
 
·         Obturación del sumidero.  Una causa típica de atasco suele venir de las hojas caídas de las plantas que se suelen tener en las terrazas.  Si no se van recogiendo, cuando llueve son arrastradas por el agua y son capaces de taponar hasta incluso la tubería.  El agua busca entonces los puntos de filtración más débiles y acaba pasando a la vivienda de abajo.


·         Obturación del vierteaguas. (La foto está prestada del blog de Enrique Alario).  También debe mantenerse limpio y libre de obstáculos.  En uno de los trabajos de mantenimiento que os contaba al principio, hubo directamente que sustituir el vierteaguas, se había llenado de pelos de las mascotas del dueño.  Parece exagerado, pero pensad que una lluvia fuerte tras otra, un mes tras otro, va arrastrando, además tierrilla y al final se forma algo compacto que no hay manera de quitar.



·         Punzonamiento de la impermeabilización. Recuerdo un caso concreto en el que un propietario claveteó el pie de una sombrilla en su terraza.  Estoy de acuerdo en que un mal mayor hubiera sido que se le volara esta pieza, y que actuó por desconocimiento, pero en ningún caso queda ni justificado, ni eximido de responsabilidad.  Lo que pasó fue que taladró, además del pavimento, la lámina impermeable que va por debajo del mismo, y llegó un día en que llovió.  A partir de aquí, filtraciones y daños en el techo de abajo, igual que en los demás casos.



En todos los casos, conviene puntualizar una cosa, aunque el daño se manifieste inicialmente en la planta de abajo, y que sea “cosa de pintura” su reparación, en la propia azotea la actuación puede complicarse y derivar tanto en una obra, como en un presupuesto, de más envergadura de la que pensamos.

Además de demoler un tramo de suelo, sustituir el tramo de tubería taponado (si lo hubiera), restituir la lámina de impermeabilización, y del repavimentado, nos podemos encontrar con un problema añadido: que no encontremos en el mercado un pavimento igual al del resto de la terraza.  Y si la avería ha venido causada por una falta de mantenimiento, nuestro seguro puede incluso determinar el no asumir la sustitución completa del suelo de la terraza, quedando a elección del propietario si asume el coste de cambiar todo el pavimento, o si consigue que la zona parcheada quede disimulada por el mobiliario o por un acabado muy parecido.

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En definitiva, finalizando, volvemos a la misma idea: cuidar lo que tenemos.  Disfrutar una terraza está lleno de momentos y un pequeño mantenimiento forma parte de ellos, revirtiendo directamente en nuestro bienestar.

En la próxima publicación continuaremos con esta serie de artículos destinados a la aparición de las humedades en las viviendas, con el fin de adquirir una visión más global de esta temática y hacer que sepamos, al menos, por dónde empezar si un día nos encontramos en alguno de estos casos.  Y, sobre todo, y como buenos optimistas, con el fin de adquirir la confianza para saber que en la mayoría de los casos hay solución.

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