jueves, 17 de noviembre de 2011

Un mapa para la ubicación de contenedores

Continúo con otro tema medioambiental, pero es que a veces “la actualidad manda”.
Veo el siguiente titular en el periódico “Un plan de reciclaje plantea instalar 200 contenedores de ropa y aceites usados”. 

¿Bien, no? Primero veamos las claves de la noticia:
1.       El Ayuntamiento de Cartagena, al que se refiere el titular, está preparando un Plan de Residuos Urbanos.
·         (Para saber más: Su aporte económico lo sustenta, en parte, la Comunidad Autónoma de Murcia, la cual está obligada, a su vez, por el Estado (Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR) 2007-2015 (que a todos nos suena, al menos, por lo de la reducción en el consumo de las bolsas comerciales)) a elaborar su propio plan de gestión de residuos producidos en su propio territorio).
2.       Los objetivos a alcanzar indicados por el PNIR son, por orden: 1) Prevención; 2) Reutilización; 3) Reciclaje; 4) Valorización energética (por ejemplo en forma de biodiésel) y 5) Eliminación en vertedero.
3.       Concretando, el Plan de Residuos Urbanos de Cartagena incluye un Plan de Reciclaje para ropas y aceites usados, consistente en la instalación de 200 contendedores para la recuperación de estos elementos.

“Tres gestores autorizados preparan el mapa de implantación de todos los depósitos”
Desde la INGENIERÍA PARA LA EXCELENCIA EN LOS SERVICIOS, ésta es la parte de la noticia que quería destacar, comentar y hacer extensiva a todos los municipios.  
Justo hoy he recibido publicidad de un curso para ingenieros denominado “Curso superior para Jefes de servicio de Servicios Urbanos”:
Como ingeniera y como ciudadana que separa los residuos en origen (orgánico, papel, plástico, vidrio, pilas, bombillas, ropa, aceites, medicamentos, y lo que no, al ecoparque) voto por la aplicación del sentido común en la distribución de los contenedores:
_ PARA LOS INGENIEROS DE SERVICIOS URBANOS:
1.       En primer lugar, los que trabajen en un municipio en el que no se disponga de un mapa de implantación de contenedores, ¡que lo realicen! Y si lo tienen, que lo lleven actualizado.
2.       Que para la ubicación de los contenedores se tenga en cuenta, más que la densidad de la población, la máxima distancia a pie que tiene que andar un ciudadano hasta el punto de recogida selectiva.  (Si hay más habitantes en una zona, considero preferible, para el objetivo que se persigue, que aumente la frecuencia de recogida).
3.       Que los contenedores estén agrupados en islas de recogida selectiva.  Es decir, que el lugar asignado para ellos disponga del espacio suficiente.   Parece una obviedad, pero a muchos nos ha pasado llegar a una isla con una ristra de bolsas de distintos residuos y: “¡Ay! ¡Falta el de los envases! ¿Qué hago con la bolsa que me sobra? ¡A peregrinar hasta otro!”. 
4.       Que se hagan campañas de concienciación.  Fundamental.   Se me pone la piel de gallina cuando veo “junto” (¡!) a los contenedores de basura orgánica  las enormes bolsas de basura de algunos bares.   No se trata de pedir al empleado que se haga un paseo de 300 m hasta el punto de recogida selectiva, sino de facilitarle ideas para la recogida adecuada y aproximarle uno de estos puntos a su dirección.
_ PARA LOS CIUDADANOS:
·         Supongo que los que hayáis llegado hasta esta línea ya estabais concienciados con el fraccionamiento de la basura en vuestros hogares, así que, aunque nos encontremos con muchas cosas incoherentes en nuestros municipios, seguid adelante y ¡mucho ánimo!
(NOTA DE AUTORA: La fuente de todas las imágenes es Goggle).

Ghana, el basuero del mundo.

Pocas cosas son las que me impactan. Una de ellas es un documental de televisión: “Comprar, tirar, comprar”, producido por TVE/CRTVE. Hago referencia a él porque vuelve a estar de actualidad. Merecidamente (en mi opinión) ha recibido el Premio Ondas “Internacionales Televisión”, que se entrega el próximo día 30 de noviembre.


Hablemos de ingeniería optimista para el medio ambiente.
El desarrollo del reportaje se apoya en diferentes situaciones y acontecimientos.  Os invito a detener vuestra atención en uno de ellos: “Ghana, el basurero del mundo”.

Os cuento un poco de lo que habla:

_ ¿A dónde van a parar los aparatos eléctricos y electrónicos que se retiran? Resulta realmente impactante comprobar que el tercer mundo es, una vez más y por paradójico que parezca, el gran perjudicado.

_ A Ghana concretamente llegan en contenedores residuos de aparatos electrónicos, camuflados como de segunda mano, que acaban en vertederos por todo el país. Las imágenes resultan espeluznantes: el paisaje que, según cuentan, estaba dominado por un río lleno de vida, ahora está monopolizado por montones y montones de chatarra. Son incapaces de tratarla. ¿Es este el mundo que queremos dejar en herencia para nuestros hijos? ¿Alguien se cree que esto acabará aquí?

Hablemos de soluciones.

__ Obviamente, no vamos a resolver el mundo desde aquí, pero sí somos responsables de nuestro entorno inmediato y sobre él sí podemos actuar.

__ Propongo seguir el modo de actuar planteado en las Agendas XXI locales: “Piensa globalmente, actúa localmente”.

 __  ¿Qué es lo que YO puedo hacer?

1) En primer lugar, justificar la adquisición de electrodomésticos y similares por la necesidad que tengamos de los mismos, no por la “felicidad” que provoca la compra de los mismos (me estoy acordando de una conocida cafetera que me regalaron porque su café tiene más glamour (y reconozco que sabor también) que la mía de goteo antigua (¡Cuando aún funcionaba!).

2) En segundo lugar, comprobar que los nuevos aparatos disponen de la “ecoetiqueta”, que evalúa los efectos medioambientales de un producto a lo largo de su ciclo de vida.

3) En tercer lugar, depositar los aparatos antiguos en el punto limpio que corresponda a nuestro domicilio, confiando en que los centros de tratamiento procedan a darles un final apropiado: reutilización, reciclado, valorización energética o eliminación de forma segura.

__ ¿Y desde la ingeniería? (Por ejemplo desde los centros de tratamiento) No me cansaré de repetirlo: campañas de concienciación para los usuarios, campañas de recogida de aparatos y enseres. Y por supuesto, rigor en el cumplimiento de la legislación vigente.


Tanto este tema, como el reportaje de televisión citado (que recomiendo no os perdáis), dan para mucho (y para muchos otros temas). Si os parece, nos quedamos por hoy con esta pequeña reflexión.