jueves, 26 de mayo de 2016

5 COMPROMISOS CON LA ECONOMÍA CIRCULAR

APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD


Imagen 1: Portada del libro FSMS de la edición 2014. Fuente: http://www.ifema.es/fsms_01/



Del 15 al 17 de Junio tendrá lugar en IFEMA (el recinto ferial de Madrid) la 16ª edición del FORO DE SOLUCIONES MEDIOAMBIENTALES SOSTENIBLES.  Es una de las ferias de profesionales a las que procuro no faltar, además de por el interés de su temática, por su amplio enfoque: en urbanismo y servicios urbanos (TECMA), en la industria de la higiene y la limpieza profesional (ESCLEAN), en el tratamiento de residuos (SRR) y en la sostenibilidad de las ciudades (II Foro de las ciudades).  Incluso incluye un punto de encuentro para la sostenibilidad en el sector alimentario (ENVIFOOD).


Esta convocatoria me ha recordado que una de las misiones de Ingeniería para Optimistas es la difusión del compromiso medioambiental y el fomento de pequeños gestos hacia la sostenibilidad. Esta vez, vamos a dedicar un artículo completo esta materia, y para ello nos vamos a apoyar en un concepto que cada vez está cobrando más protagonismo: ECONOMÍA CIRCULAR.


Precisamente, en el citado II Foro de las Ciudades  se prevé la participación del “Grupo de Reflexión sobre Innovación y Economía circular en la Gestión de los Residuos”, cuyo objetivo será la creación de un documento donde se resuman las conclusiones más importantes en este tema.  (Fuente: Ecoembes).


ECONOMÍA CIRCULAR (E.C.)


La FEC es una Fundación de ámbito privado creada en España para defender e impulsar este proyecto dentro de un marco sostenible.  Funciona como interlocutor entre administraciones y empresas.  Ella es la responsable de impulsar el cambio de una economía lineal a una circular:


En palabras de Anabel Rodríguez, su directora: SE TRATA DE PRODUCIR BIENES Y SERVICIOS A LA VEZ QUE SE REDUCEN EL CONSUMO Y DESPILFARRO DE MATERIAS PRIMAS, RECURSOS, AGUA Y FUENTES DE ENERGÍA.


No es casualidad que el boletín de esta Fundación reciba el nombre “DE LA CUNA A LA CUNA”.  Y es que esta nueva economía, según definen, “está basada en el principio de “cerrar el ciclo de la vida” de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía”.


Entre su actividad se encuentra el desarrollo de actuaciones para intentar alcanzar los OBJETIVOS EUROPEOS DE RECICLAJE 2020, aunque ya nos adelantan que en España estamos lejos de conseguirlos y ya están empezando a trabajar para alcanzar los de 2030.


Otra de las iniciativas que promueven es el concepto MULTI-R, según en cual, a la consabida regla de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), se añaden nuevos propósitos, como rediseñar, redistribuir o recuperar energía, entre otros.


Os recomiendo su web: economiacircular.org si os apetece ampliar toda la información sobre este modelo económico.  


¿Cómo podemos colaborar nosotros para el fomento de esta nueva economía?  La forma más sencilla es modificando poco a poco algunos nuestros hábitos cotidianos.  Y nada más eficaz para lograr un objetivo que cuantificarlo, dividiéndolo en parámetros alcanzables, para lo cual se proponen a continuación 5 únicos compromisos asumibles para cualquiera de nosotros.  Tan sólo hay que proponerse aceptar el reto.

COMPROMISOS PARA EL FOMENTO DE LA E.C.


  1. Reducir el consumo


Por ejemplo en el consumo energético.  Con la relativamente reciente obligación de presentar un certificado de eficiencia energética con la compra o alquiler de un inmueble, han empezado a proliferar consejos y medidas de ahorro para hacer que nuestros hogares sean más eficientes energéticamente y se colabore en la reducción del nivel de CO2 a la atmósfera: cambio de ventanas por otras más aislantes, usar en invierno alfombras y cortinas, que retienen más el calor, utilizar energía solar para nuestras calderas, etc.


Algo que nos queda un poco más lejos es limitarnos a comprar lo que necesitamos, y es que nos encontramos en la era del consumismo, en comprar por el mero hecho de que nos apetece, del placer inmediato que nos provoca el hacerlo.  Pero podemos empezar con controlar la visita semanal al supermercado (y que me perdonen éstos): planificar previamente los menús en casa, revisar lo que nos queda en la nevera, elaborar una lista y finalmente, procurar no salirnos de ella.


Y otra cosa que podemos hacer es elegir productos que dispongan de etiquetas de compromiso con el medio ambiente.  Entre otras:
  • Made in green. Exclusiva para textiles.  Certifica el producto desde el origen en cuanto a salud, medio ambiente y derechos de los trabajadores.  Mango o Reig Martí la llevan en sus prendas.
  • FSC. Promueve una gestión forestal responsable en todo el mundo.  Uno de los sitios más típicos donde nos la solemos encontrar es en los paquetes de folios.
  • ECOLABEL. Es europea y certifica que los procesos con los que han sido creados los productos son respetuosos con el medio ambiente.


  1. Reusar


ADOPTANDO ACTITUDES COTIDIANAS:
  • El ejemplo más ilustrativo es el de la ropa, que tradicionalmente ha pasado de unas generaciones a otras.  Y con lo que ya no servía, se convertía en trapos para limpiar.  Actualmente, tenemos además la opción de los contenedores específicos de recogida de textiles, a través de los cuales, ONG’s como HUMANA http://www.humana-spain.org/ da una segunda vida a nuestra ropa y colabora con el desarrollo de comunidades desfavorecidas.
  • Otro ejemplo muy común es el de las bolsas de plástico, que ya cada vez sigue siendo más común el llevar un par en el bolso y reaprovecharlas todo lo posible.
  • Y podríamos continuar con un sinfín de ejemplos (dar varios usos a las botellitas de agua, usar las latas para plantar semillas, aprovechar la maleta vieja para guardar determinados enseres,...).


COMPRAVENTA DE ARTÍCULOS DE SEGUNDA MANO:
  • Hoy en día es muy fácil a través de internet, en portales como ebay, wallapop, vibbo, entre otros.  Hasta la casa del libro ofrece la posibilidad de vender y comprar libros de segunda mano.
  • Los amantes del estilo vintage pueden encontrar multitud de artículos en los Flea Markets, mercadillos de segunda mano cada vez más populares en las grandes ciudades, incluso para turistas. Quién no ha oído hablar o visitado el Rastro de Madrid o el Mercado dels Encants en Barcelona, que además es una maravilla arquitectónica.
    • También en Madrid: Mercado de Motores, Mercado de las Ranas y Rave Market de Lavapiés. Y en Barcelona: Flea Market BCN


  1. Reparar


Poco favor hace la obsolescencia programada, que provoca que nos suponga un coste significativo arreglar, por ejemplo, un electrodoméstico, frente a comprar uno nuevo.  Pero en algún momento los fabricantes tendrán que comprender las reparaciones en sí mismas pueden ser también fuente de ingresos y generadoras de puestos de trabajo.


Como propósito nos podemos plantear el acudir al servicio técnico antes de optar por deshacernos de un electrodoméstico, cambiar el cristal de un reloj cuando se nos rompa, retapizar esa silla antigua o darle un lijado y barnizado a un mueble que acumula indeseables arañazos.


  1. Reciclar


OBJETIVO ÚLTIMO: Reducir en un 50% lo que va dirigido a vertedero.


RETO: ¿Podemos intentarlo en origen, desde nuestros hogares?  
  • Muchos ya estamos implicados, pero me sigue sorprendiendo ver en el cuarto de basuras de mi edificio que en el contenedor de orgánico aparezcan bolsas donde sobresale alguna botella de plástico, o latas.  O peor aún, que en el contenedor de plástico haya una caja de cartón de la pizza, o maderas (¡!).
  • Como siempre, vamos a intentar hacer lo que esté en nuestra mano, y aprender cada día.


COMPROMISOS MÍNIMOS (Para los rezagados):
  • RESIDUOS DIARIOS.  Hacer un ejercicio de diseño y disponer al menos 4 contenedores (cubos, papeleras, cajas) accesibles de forma cómoda en la zona de la cocina.
    • ORGÁNICO & RECHAZO:
      • En algunas comunidades hay medios para la recogida de material orgánico (restos de comida, de plantas,..) de forma individualizada (en la imagen siguiente, ejemplo de contenedores urbanos para su recogida).  En caso contrario, todo iría al mismo depósito. Como rechazo se incluye exclusivamente lo no reciclable (colillas, pañales, servilletas usadas, restos de barrer, bolsas aspiradora, bolígrafos y lápices usados, estropajos …).
      • Recomendación de diseño: con un cubo de entre 5 y 10 litros, según los miembros de la familia, debe haber más que de sobra (éstas son las bolsas susceptibles de causar olores, y las que solemos sacar al contenedor cada día).




    • VIDRIO:
      • Es el que menos duda genera.  Aun así, recordad que la porcelana no es vidrio (su destino es el contenedor de rechazo).
      • Recomendación de diseño: también un cubo de 10 litros suele ser suficiente.
    • PAPEL:
      • Incluidos los envoltorios de envases.  Si tenemos destructora de documentos en casa, lo ideal es vaciar los trocillos en una bolsa de papel, y cerrada depositarla en su contenedor.
      • Recomendación de diseño: Para los envoltorios de artículos domésticos se puede tener un cubo de 5 o 10 litros en la cocina.  Y para catálogos, revistas, prensa… un discreto revistero en el salón, que podemos revisar semanalmente, el día que lo llevamos al contenedor.
    • PLÁSTICO/ENVASES:
      • Incluidos: plástico, latas, bandejas de alimentos distintas a papel,... Éste pasa por ser algunas veces un “totum revolutum”. Ante cualquier duda, lo mejor es consultar. Una de mis web favoritas es el BUSCADOR DE RECICLAJE de Ecoembes.  http://www.ecoembes.com/es/ciudadanos/buscador-de-envases
      • Recomendación de diseño: Éste es el que más volumen genera.  El clásico cubo de 30 litros es ideal para este fin.


  • RESIDUOS GENERADOS CON MENOR FRECUENCIA.  Hacer otro ejercicio de diseño más para tener un espacio donde acumular todo lo no incluido en el apartado anterior.
    • OTROS ARTÍCULOS RECICLABLES Y DUDAS
      • Entre otros, ropa y cualquier tipo de tejido, restos de medicamentos, pequeño electrodoméstico, pilas, bombillas, líquidos (pinturas, aceites), y cualquier elemento que nos genere duda (cápsulas monodosis de café, tarros sin acabar de maquillaje…)
      • Dónde depositarlos:
        • Medicamentos, pilas y bombillas, en los comercios que los venden. Incluso pequeño electrodoméstico, al menos si se compra otro.
        • En todo caso, el punto limpio recoge todos los restos DOMÉSTICOS, excepto los que pertenezcan expresamente a orgánico y rechazo.


En el contexto de este artículo, cabe quedarnos con las ideas básicas y los compromisos mínimos sobre reciclaje.  En la próxima publicación presentaremos un mayor desarrollo y análisis sobre este tema, sobre el que todavía nos quedan muchos “deberes” por hacer.

  1. Perseverancia


Aunque a veces nos parezca insignificante cualquier colaboración que podamos hacer, pensad que nuestros actos son como hilos que forman parte de un gran tapiz, sin cada uno de los cuales sería imposible que éste existiera.


Ciertamente, actitudes como la pasividad de las Administraciones Públicas ante el vertedero ilegal de neumáticos en Seseña (Toledo), que ha acabado en desastre medioambiental por un incendio, o la de enterramientos ilegales de basura que estuvieron ocurriendo en el vertedero de Abanilla (Murcia), nos pueden llevar a plantearnos si merece la pena esforzarnos por molestarnos en tirar una bombilla al sitio adecuado.  Pero en este tema, como en muchos otros, sólo existe un camino, no hay alternativas válidas.


Hechos como el de llevar cada tipo de residuo a su contenedor, que muchas veces no están ni cerca de casa, o los desplazamientos el sábado por la mañana al punto limpio, debemos pensar que los hacemos por coherencia con nuestra forma de concebir nuestro entorno y porque es lo que está en nuestra mano para la conservación del futuro de nuestro planeta.


Elijo perseverar y mantener la constancia en cada uno de mis actos a favor del medio ambiente.

RESUMIENDO:


En definitiva, la Economía Circular está cada vez más lejos de ser una utopía.  Incluso, la Comisión Europea ha ligado este concepto, además de a un desarrollo sostenible, a la creación de nuevos puestos de trabajo.  Indudablemente, hará falta la implantación de nuevas políticas medioambientales a gran escala, pero en lo que a los ciudadanos de a pie nos concierne, podemos empezar a colaborar con estos pequeños gestos:
  1. Reducir
  2. Reusar
  3. Reparar
  4. Reciclar
  5. Perseverar

Y para terminar, hagamos nuestra la definición sobre el desarrollo sostenible:
“ES AQUEL DESARROLLO CAPAZ DE SATISFACER LAS NECESIDADES ACTUALES SIN COMPROMETER LOS RECURSOS Y POSIBILIDADES DE LAS FUTURAS GENERACIONES”.

(Comisión Brundlandt para la ONU. 1987).