viernes, 8 de junio de 2012

Planeamiento hidrológico II: La opción de los trasvases.

En la publicación anterior se comentó que la solución aportada por la mayoría de Planes Hidrológicos Nacionales, para abastecer de agua a las regiones deficitarias de este recurso, se basaba en los trasvases entre ríos.  Hoy vamos a adentrarnos en esta opción.

Este artículo no está orientado a hablar de las virtudes que se esperaban del trasvase del Ebro, ni a describir las infraestructuras que se quedaron en el aire con la derogación del PHN-2001.  Se trata de conocer el presente, de cómo llega el agua de un trasvase en funcionamiento, el Tajo-Segura, a un agricultor con los terrenos en una cuenca deficitaria, la del Segura.



¿CÓMO SE RIEGA EN LA CUENCA DEL SEGURA?

La Cuenca del Segura, probablemente por ser la más deficitaria de España, es la mejor regulada de Europa.  Es tradicional su carencia de agua en algunos tramos de la misma, y a lo largo de los siglos ha condicionado la vida de los agricultores murcianos y alicantinos por su irregularidad. A períodos de grandes inundaciones, seguían otros de grave sequía, repitiéndose de forma cíclica constantemente.

En 1968 se inician las obras del Trasvase Tajo-Segura, que permiten ampliar las zonas de riego agrícola y garantizar la permanencia de las zonas tradicionales. En 1971 el estado promulgó una ley conocida como de Aprovechamiento conjunto del Tajo-Segura en la que se establecía un caudal trasvasable de 600 Hm3 en una primera fase y de 1.000 Hm3 en una segunda.

La presa Azud de Ojós (Murcia) fue construida en 1975 para derivar las aguas del Trasvase Tajo-Segura, y a partir de la misma, una mínima parte del caudal continúa por su cauce natural: el resto se derivó hacia la izquierda hasta el Canal de Crevillente, y desde éste, al embalse de La Pedrera (Alicante), y hacia la derecha el agua se conduce para regar los campos de Lorca y Almería.  El último tramo que riega el propio Segura es parte de la Comarca de la Vega Baja (la “cuña” sur de la provincia de Alicante), por donde atraviesa este río hasta su desembocadura. 

Imágenes nº1 y nº2: Trazado trasvase y Presa de Azud de Ojós.
Fuentes: www.lacerca.com y www.regmurcia.com, respectivamente.
Se estima, por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura, que las zonas regadas por el Trasvase ascienden a 126.000 Ha, de las cuales el 58% se corresponden con regadíos ya existentes y un 42% pertenecen a nuevos regadíos.

De los regadíos ya existentes, una pequeña parte, continúa con el riego de tipo tradicional, por inundación, pero siempre supeditado a que en la Cuenca haya agua para ello. 
      Coincidiría, según se ha expresado anteriormente, con la mínima parte del caudal del trasvase que continúa por su cauce natural

Sin embargo la inmensa mayoría, junto a las zonas ampliadas de regadío destaca por emplear un tipo de riego absolutamente moderno, en el que cada gota es aprovechada.  Las aguas del trasvase son distribuidas ente las comunidades de regantes con una extrema precisión, mediante compuertas automáticas y contadores ultrasónicos.

Imagen nº3: Distribución de recursos hídricos entre los regadíos de la Cuenca del Segura
Fuente: "Murcia y el agua. Historia de una pasión" (La Verdad).

Según el reportaje “Murcia y el agua. Historia de una pasión” (en el periódico La Verdad), en esta región se han implantado los más modernos sistemas de producción: riego por goteo, hidropónico, invernaderos, riego automatizado a la demanda y otros, que permiten la racionalización y ahorro de este recurso, contribuyendo así a una agricultura de calidad y competitiva.
      Otras comunidades de riego, como la de Levante, con sede en Elche (Alicante), están a la vanguardia en tecnología de riego: el 60% de sus agricultores usan internet para regar.


La infraestructura de las obras del Trasvase ha facilitado además otras situaciones ventajosas.  Entre ellas, la posibilidad, cuando hay lluvias generalizadas, de que se pueda recoger el agua sobrante y hacer que, en vez de ir a parar al  mar, conducirla hacia el embalse de la Pedrera, para poder utilizarla posteriormente cuando el río Segura lo requiera.





DOTACIÓN DE AGUA REQUERIDA PARA RIEGO

La cuenca del Segura ha incrementado de forma considerable su superficie regada con caudales que nunca han venido, y probablemente nunca lleguen, con lo que el déficit estructural de la cuenca se ha multiplicado, déficit que los regantes calculan en  600 Hm3/año de agua, cantidad que necesitarían para poder garantizar los recursos necesarios para sus cultivos.
      En 1972, los decretos oficiales del Estado reconocían un superficie total de regadíos de 141.110 hectáreas en Murcia; en 1986 está cifra se elevó hasta los 147.255, y en el Plan Hidrológico de la cuenca del Segura se llegó a las 198.178 hectáreas. Desde su aprobación hasta ahora se han puesto en riego casi 50.000 nuevas hectáreas.
      Según los datos del Plan Hidrológico Nacional actualmente el déficit hídrico es el doble, y según los datos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), se ha multiplicado por cuatro.


Tal y como se ha indicado más arriba, según datos de la Confederación Hidrográfica del Segura, los volúmenes a trasvasar en una primera fase se fijaron en un máximo de 600 Hm³/año, y en una segunda, en 1.000 Hm³/año.  Sin embargo, sólo se ha alcanzado la primera cifra en una única ocasión, no alcanzando en los últimos años el 50% de esta cantidad.

Imagen nº4: Volúmenes trasvasados por el Acueducto Tajo-Segura por año hidrológico.
Fuente: Confederación Hidrográfica del Segura.

La Confederación apunta que no toda el agua procedente del trasvase Tajo-Segura que llega a este organismo, concretamente al embalse del Talave, tiene como destino la propia Confederación. Así, parte de los recursos procedentes de la cuenca del Tajo se emplean para el abastecimiento de municipios de la Demarcación del Júcar, municipios de la Demarcación del Sur y regadíos físicamente ubicados en la Demarcación del Júcar. El reparto se realiza de forma proporcional según el máximo volumen trasvasable.



GESTIÓN DE LOS VOLÚMENES A TRASVASAR



El trasvase está gestionado desde el Gobierno estatal, dado que es el que tiene competencia en los ríos cuya cuenca afecta a varias comunidades autónomas.
      Normalmente se realiza a través de la comisión de explotación del trasvase Tajo-Segura dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que es la figura encargada en todo momento de decidir la cantidad trasvasable y su utilización.
      Si los embalses de donde parte el agua (Entrepeñas y Buendía) a día 1 de julio poseen menos de 557 hm³, esta responsabilidad pasa al Consejo de Ministros que decidirá, en función de las circunstancias, aprobar o denegar trasvases.
       Si en los embalses de cabecera del Tajo existen 240 Hm³ o menos de agua, no se puede trasvasar agua bajo ningún concepto, puesto que esta agua es únicamente para garantizar las demandas de la cuenca hidrográfica del Tajo.

Los costes del trasvase son abonados por los consumidores (entre ellos las comunidades de regantes), incluyendo también una tasa correspondiente a las comunidades autónomas de la Cuenca del Tajo.
      Se da la circunstancia de que para compensar económicamente a la cuenca del Tajo por el trasvase de recursos hídricos, la parte correspondiente al coste de la obra se dedica por Ley a realizar obras hidráulicas en la cuenca cedente (exclusivamente para este fin). En el tiempo que lleva funcionando el trasvase se han aportado a este fondo 162 millones de euros que se reparten en función de la población entre las regiones de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura.
       Así, y curiosamente, la región que más compensaciones recibe por el Acueducto Tajo-Segura; Madrid, es la más desarrollada y la segunda menos afectada por el trasvase.
      Sin embargo, a Castilla-La Mancha, situada en la cabecera del Tajo ha recibido sólo unos 72 millones de euros.



ALTERNATIVAS EN CASO DE SEQUÍA


            En el caso de que sea declarada una sequía, con lo que no se producirían aportaciones de agua a los terrenos de cultivo ni desde el Segura, ni desde el Trasvase, la Junta Central de Riego puede autorizar la aportación de caudales de los pozos llamados “de sequía”, la mayoría de ellos los ubicados en los términos municipales de Calasparra, Jumilla y Villena.  El Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura enumera en la Región de Murcia 234 acuíferos, aunque muchos de ellos no son aprovechables por encontrarse sobrexplotados.

Imagen nº5: Sección transversal de dos tipos de acuíferos en el terreno.
Fuente: www.milliarium.com


            Otra opción es utilizar el agua sobrante comprada por parte de la Junta Central de Riego a la Comunidad de Regantes de Entremeras (Madrid), aunque el precio que han de pagar los agricultores puede llegar a duplicarse con respecto al que se paga por el agua del Trasvase.




EL PRECIO DEL AGUA

            El coste que paga cada agricultor es distinto según las infraestructuras que afecten a su distribución.  Desde que la Junta Central de Riego la vierte en el Trasvase, se suceden una serie de “saltos” o puntos de referencia a partir de los cuales el agua es repartida a cada Comunidad de Regantes, resultando más cara de forma sucesiva según el número de saltos que se contabilicen.

En Junio de 2010, según el diario La Opinión de Murcia, Los agricultores del Levante tendrían que abonar ese año 28 veces más que los manchegos por el mismo recurso, pagando el metro cúbico de agua del Trasvase Tajo-Segura a 0,18 €, mientras que los regantes de la zona de Los Llanos en Albacete debían pagar 0,0039 € por la misma cantidad.


            Al día de hoy un agricultor de la Vega Baja del Segura me comenta que actualmente se está pagando el agua del trasvase a 0,28 €/m3.

      Por cierto, hablando de precios y adelantando un poco lo que se va contar en la próxima publicación, el Consejero de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, Antonio Cerdá, cifra el agua procedente de desaladora en 1,20 €/m3




CONTRAS DEL TRASVASE

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha pedido la derogación del Trasvase para 2015, enfrentándose así políticamente a los gobiernos de Murcia y la Comunidad Valenciana que piden mantener el Trasvase en sus actuales condiciones.

Según anunció la Junta de Castilla-La Mancha “la diferencia entre la cantidad de agua trasvasada hacia el Levante y la que, según los informes de la Confederación del Segura, se ha utilizado en los regadíos contemplados en la Ley del trasvase ha aumentado, situándose en 167 hectómetros cúbicos, y no se conoce el destino final de 113 (con los que se podrían regar 22.000 hectáreas)”. Por ello, ha iniciado una investigación y un proceso legal, dado que sospecha que estos caudales han servido para ampliaciones ilegales de regadío o para campos de golf y urbanizaciones.

      OBSERVACIÓN.  Con el aumento de la demanda y la disminución del suministro de agua, los arquitectos e ingenieros proactivos de campos de golf están recurriendo a fuentes de agua no convencionales y nuevas tecnologías para mantener los campos de golf en perfectas condiciones. Con el empleo de agua procedente de depuradoras de urbanizaciones colindantes y con sistemas eficientes de distribución es posible no consumir agua procedente de recursos naturales. 

Cada vez son más los campos de golf que se plantean implantar un Sistema de Gestión Medioambiental, muchos disponen ya del certificado ISO-14001, con el objetivo de mejorar la gestión de sus recursos, así como su imagen ante sus socios, jugadores externos, federaciones, asociaciones medioambientales, Administraciones Públicas y la sociedad en general.


            Cierto es que se han producido severos impactos ambientales en la cabecera del Tajo, como la disminución de caudales circulantes en el río durante todo el año, y la disminución en la calidad de sus aguas, aunque ésta también se ha visto afectada por los aportes con mayor grado de contaminación procedentes de los afluentes de la Comunidad Autónoma de Madrid. 

            Como vimos en la publicación anterior, una delas prioridades de la Ley Marco de Aguas de la Unión Europea es la protección de los ecosistemas naturales, por lo que todos los planes hidrológicos deben incluir medidas en este sentido.



ALTERNATIVAS


            Desde el punto de vista de un agricultor de la Vega Baja del Segura, o de Murcia, por mucho que apueste por nuevas técnicas que permitan el ahorro, reciclaje y reutilización del agua (y en esto ellos son los primeros en aplicarlas), si no hay un aporte adicional de agua, le es imposible mantener su huerta sólo con los recursos propios de que dispone la Cuenca, claramente deficitaria.               Además, esta agua adicional debe contar, además de con un mínimo de calidad, con un precio asequible, que haga competitivos sus productos en el mercado. 

            Para él, sin un agua como la que ofrece un río (ya no sólo sin riesgos de salinidad, ni de sodio o carbonatos, o de metales pesados, sino también con contenido suficiente en nutrientes esenciales para las plantas), la subsistencia de su oficio se ve comprometida, y con ello el paisaje de la huerta mediterránea.  Seguramente, si le preguntamos a este agricultor, tampoco se habrá visto favorecido con la expansión urbanística ocurrida en Levante, pero de ahí, a que se le niegue un aporte de agua del Trasvase, tampoco creo que sea la opción más justa.  Como mínimo habrá que estudiar otras medidas complementarias.




            En la próxima publicación cerraremos esta serie dedicada al agua analizando las posibles soluciones alternativas a la escasez de agua para riego.  Unas soluciones que, optimistas como nosotros, esperamos que sean ampliadas y desarrolladas en el nuevo Plan Hidrológico Nacional 2012.  Y por desear, que se firme ese Pacto del Agua entre Gobierno y Oposición para que, por fin, los planes hidrológicos se desarrollen hasta el final de los plazos para los que han sido concebidos.

AGRADECIMIENTO: Quiero expresar mi gratitud a un agricultor-empresario, vecino de Callosa de Segura (Alicante), por su interés en transmitirme sus inquietudes sobre las dificultades por las que atraviesa la agricultura y, concretamente, por sus conocimientos sobre el suministro del agua para riego en la Cuenca del Segura.

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