Me
he encontrado en Fotocasa con un post en el que se justifica el porqué de la
necesidad de una buena ventilación en la vivienda. Y algo que, en mi opinión, debería ser un
hábito como el de la ducha diaria, resulta que no todo el mundo le da la
importancia que se merece. Si no lo
habéis leído, os pongo el enlace y aprovecho para recomendároslo:
En
definitiva, viene a contarnos que una inadecuada ventilación puede tener
consecuencias para el organismo, como dolores de cabeza, y nos describe la
manera correcta de mantener aireada nuestra vivienda. Insisto, imprescindible.
Y
llegados a este punto, y más en la línea de este blog, me resulta interesante
apoyarme en esta idea y hablaros también de otras consecuencias de una mala
ventilación, esta vez en los elementos constructivos: las humedades (que al
final, deriva en superficies enmohecidas y que también afectan a la salud,
pudiendo provocar alergias o asma).
HUMEDADES POR CONDENSACIÓN
Y
las humedades por excelencia derivadas de una mala ventilación son las causadas
por condensación. Sobre todo en las
zonas climáticas más frías, donde se llega a producir una diferencia de
temperatura en invierno, entre el interior y el exterior de la vivienda,
bastante acusada.
· En
este caso, si nos encontramos con una superficie que se mantiene fría por un
mal aislamiento (uno de los ejemplos más ilustrativos sería el de un cristal sencillo
de una ventana), parte del vapor de agua del ambiente se puede condensar en
estado líquido (debido a que se alcanza un gradiente de temperatura en dicha
superficie y una presión de vapor tales que se provoca el punto de rocío, y por
tanto, la condensación). En este
ejemplo, lo que veremos será una ventana con toda la superficie cubierta por
microgotas de agua, totalmente mojada. En
el caso del ejemplo, todos sabemos que ventilando un poco, o poniendo los
extractores de la cocina o del baño, este efecto acaba desapareciendo.
¿Qué pasa cuando este efecto no es tan
evidente y se produce sobre una pared normal de una vivienda? (De las de pladur
o de las de ladrillo pintadas).
·
Pues, en el caso de que la humedad permanezca
durante un largo período de tiempo, nos podemos llegar a encontrar machas
oscuras producidas por moho, incluso por hongos, y en consecuencia,
encontrarnos en un ambiente insalubre, sobre el que debemos poner remedio para
evitar cualquier efecto no deseable sobre la salud.
·
Normalmente, cuando este efecto es derivado
de la condensación, las manchas las encontraremos en la pared de debajo de las
ventanas, o bien en las esquinas
¿Existe
solución?
·
Por una parte, es
importante retirar el moho. Para ello,
uno de los remedios más efectivos es fregar la superficie, insistentemente, con un cepillo duro mojado en una solución de
una parte de lejía con tres de agua (el cloro es uno de los mejores desinfectantes).
(*)
(*) Sin olvidar, como mínimo, el uso de
guantes y protección de la ropa.
·
Por otra, atacar a la causa que provoca la
humedad, que no siempre es fácil. Habrá que ser persistente hasta dar con la
mejor solución.
1) Empezaremos cambiando nuestros hábitos de
ventilación:
- aireando
diariamente la vivienda, aunque sea durante 10 o 15 minutos y tengamos la
calefacción puesta.
-
ventilando de forma puntual baños y cocina (ver incluso la posibilidad de
instalar un shunt mecánico), y mejor además si, durante la ducha, o la cocción,
o el uso de la secadora, mantenemos la puerta de estas estancias cerradas, para evitar que la
humedad se propague hacia el resto de la vivienda (ojo, siempre y cuando tengan su propia ventana).
-
por supuesto, no tendiendo ropa mojada en el interior de la vivienda. Y si no
queda más remedio, eligiendo las estancias más soleadas (evitar hacerlo en una
habitación orientada a norte, donde los muros no van a recibir la luz del sol
en todo el día).
-
ajustando humidificadores, en caso de que su uso sea necesario.
2) En el caso de que
estas medidas no sean suficientes, existen también deshumidificadores, o bien
purificadores del ambiente. Para su
elección hay que tener en cuenta que lo ideal, para una situación de confort,
es que una habitación mantenga entre un 40 y un 60% de humedad. En el mercado hay una gran gama de productos
y, dependiendo de las circunstancias, un especialista puede ayudar a elegir el
más adecuado a cada caso (los hay hasta para el interior de los armarios).
·
Y por último, habrá que proceder a una
reparación estética de la zona afectada.
-
Una de las intervenciones más complicadas se dará en aquellos casos en los que
la humedad haya penetrado en el yeso de la pared, en cuyo caso no quedará más
remedio que retirarlo y reponerlo (y asumir reparaciones complementarias como
retirada y reposición de puntos de luz, por ejemplo, sobre todo si lo que nos
toca es sustituir una placa de Pladur).
- Lo
más habitual es que sea suficiente con un repintado de la superficie, previa la
aplicación de una capa de imprimación antimoho, o bien utilizando una pintura
con aditivos incorporados.
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En
el próximo artículo nos extenderemos sobre otros factores causantes de la
humedad, ya que conocer su origen es fundamental para encontrar la solución que
la pueda erradicar.
Sería
bueno hacer aquí un alto y una pequeña reflexión:
Nuestra vivienda es nuestro refugio, y
bien cuidada potencia nuestra salud, felicidad y prosperidad. Incluso con pocos recursos podemos hacerle un
mantenimiento para que no envejezca y nos sintamos realmente a gusto en nuestro
hogar. Pero si aun siguiendo estos consejos de
prevención, os encontráis con este tipo de humedades, no os conforméis, no
pensad que al final son obras y a tener pereza de antemano. Buscad varias opciones y escoged al
profesional especializado que os dé más confianza. Identificado el origen y planteados los
remedios más adecuados, cuando se trate sólo de limpieza y pintura, hasta lo
podréis hacer vosotros mismos. Sobre
todo, animaos a buscar alternativas y a siempre apostar por encontrar una
solución.
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