BONIFICACIONES
EN EL IBI POR LA CLASIFICACIÓN ENERGÉTICA DE UNA VIVIENDA
Según
el diario Expansión, en su artículo del 28 de septiembre, el Ministerio de
Hacienda permitirá a los ayuntamientos rebajar hasta un 20% el IBI para los
edificios que sean más eficientes en términos energéticos.
¿Qué
significa esto? Viene a decir que según la letra que aparezca en la etiqueta
energética de tu vivienda (y en espera que se desarrolle la correspondiente
ordenanza municipal), el descuento será progresivamente mayor desde la menos
eficiente, la “G” (que parece que junto con la “F” se queda fuera de la
bonificación), hasta la “A”, que es la más eficiente (y que podrá disfrutar de
ese 20%).
-
Pues resulta que yo no dispongo de certificado porque no
voy a vender mi piso. ¿Me van a obligar a encargar uno? ¿Me conviene adelantarme
a ello?
-
Pues acabo de comprar un piso de segunda mano y lo que me
entregan es un certificado y un registro. ¿Tengo que reclamar la etiqueta?
-
Pues he hablado con un vecino del mismo edificio, los dos
tenemos etiqueta y resulta que a él le sale una “E” y a mí una “G”. ¿Puede ser
eso posible?
Si
os parece, empecemos desde el principio.
Vamos a intentar, como siempre, entender algunos “porqués”. También vamos a aprender a interpretar lo
esencial de una CEE, a saber detectar qué aspectos están en nuestras manos para
que la calificación sea lo más realista posible, a saber que podemos y debemos
participar en la definición del certificado… Ni más ni menos, que a tomar
conciencia de ese “granito de arena” con el que podemos contribuir a la
sostenibilidad, esta vez a través del ahorro energético. Vamos a ello.
INTRODUCCIÓN.
·
OBLIGACIÓN DE PRESENTAR UNA CEE REGISTRADA
Desde mediados de 2013 el
vendedor o arrendador de una vivienda tiene la obligación legal de entregar el
correspondiente certificado de eficiencia energética, “válido, registrado y en
vigor, al comprador o arrendatario” de la misma. (La entrega de esta documentación tiene lugar
en la notaría).
Para
muchos propietarios ha sido difícil el comprender esta obligación como un mero
gasto: Se han encontrado con que por una parte hay que pagar ese certificado a
un técnico colegiado y por otra parte, en muchas comunidades autónomas, incluso
hay que pagar una tasa regional.
La
realidad es que la base de esta normativa viene marcada por la Unión Europea,
que la ha concebido con el fin último de REDUCIR LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA.
¿Y cómo lo ha planteado?
- Haciendo
que se ponga a disposición de los compradores o usuarios de los edificios un documento sobre la
eficiencia energética de su inmueble y
valores de referencia, para que
éstos puedan compararla y evaluarla.
-
Pretendiendo de esta forma favorecer la promoción de edificios de
alta eficiencia energética y las inversiones en ahorro y energía.
-
Haciendo que se dé información sobre las emisiones de CO2 por el
uso de las energía proveniente de fuentes emisoras en el sector residencial.
- Facilitando,
con toda esta información, la adopción de medidas para reducir las emisiones y mejorar la
calificación energética de los edificios.
Sabéis
que Europa trabaja elaborando una legislación más o menos genérica
(“Directivas”) en su propio Parlamento, que afectan a todos sus miembros y que
éstos tienen la obligación de transponerlas y desarrollarlas a su ordenamiento
jurídico. (Así surgió hace ya años con la
prevención de riesgos laborales y continuamente con otros tantos asuntos de más
o menos repercusión mediática). En
España esta Directiva (Directiva 2010/31/UE) se ha traducido en el RD 235/2013 y en la Ley 8/2013. El Registro de los Certificados ha quedado
delegado en las Comunidades Autónomas (de ahí la diferencia de tasas y exigencias
para su inscripción en estos Registros, que son quienes expiden en última
instancia las Etiquetas).
CONCEPTOS
GENERALES I:
·
DIFERENCIAS ENTRE LA CEE DE UNA VIVIENDA NUEVA Y LA DE UNA
VIVIENDA EXISTENTE.
¿A
dónde voy a parar? A que el rigor de la calificación obtenida con el método
simplificado para viviendas existentes está directamente relacionado con los
datos que detecta el técnico, pero también con los hábitos del usuario de esa
casa. Hago esta distinción porque en
este artículo me voy a orientar más en las viviendas existentes.
Y os
explico someramente porqué.
-
Vivienda nueva: Datos precisos.
o
A la vez que se redacta el proyecto, se prepara el
certificado de eficiencia energética.
Esto significa que el arquitecto cuenta con las especificaciones
técnicas de todos los materiales que intervienen en la evaluación.
o
En cuanto a la evaluación en sí, se realiza a través de
aquellos programas homologados por el IDAE (Instituto para la diversificación y
ahorro de la energía) que permiten un estudio exhaustivo y minucioso de los
factores que intervienen en la calificación. (El más completo es “CALENER”).
-
Vivienda existente: Datos estimados.
o
Normalmente no se conoce con exactitud el material de las
paredes, entre otros, y el técnico trabaja en base a los materiales que se
exigían según la normativa vigente (en función del año de aplicación)
o
El programa utilizado también está homologado por el IDAE,
pero este Instituto nos permite usar una versión simplificada, en la que los
datos que introducimos no necesitan estar definidos técnicamente al 100%,
puesto que no se tiene constancia fehaciente de ellos. (Yo uso “CE3X”).
CONCEPTOS
GENERALES II:
·
DATOS QUE INTERVIENEN EN LA EVALUACIÓN DE UNA CEE
Datos situacionales:
- AÑO DE CONSTRUCCIÓN.
- O de
la última reforma importante. Va ligado a la normativa de aplicación en ese
momento y a las calidades mínimas que para los materiales de construcción
estaban exigidos en ese momento.
- ZONA CLIMÁTICA:
- Viene
tabulada en el código técnico de edificación en función de la provincia y la
altitud. (Como dato curioso, todos los municipios de León están incluidos en la
misma categoría, pero en Granada nos encontramos hasta 6 zonas climáticas
diferentes).
- Sabéis
que, por ejemplo, las fachadas orientadas a
norte puro, no reciben directamente la luz del sol en todo el día. En Almería puede ser una muy buena solución
energética para estar fresquito, pero, al contrario, en Zamora, donde el
invierno es más intenso y prolongado, va a suponer un mayor ahorro si mi casa
está mirando al sur. Este factor también
se tiene en cuenta en la evaluación (incluso se tienen en cuenta las sombras
producidas por los edificios de enfrente, o por fachadas enfrentadas, como
ocurre en los patios de luces).
Datos constructivos:
- SUPERFICIES:
- DE LOS ELEMENTOS DE LA ENVOLVENTE: A continuación se explica con unos ejemplos.
- ENVOLVENTE. Entre otros:
-
Ventanas (si son de doble acristalamiento; si
hay doble ventana; de qué material están construidas,…).
-
Cubiertas (si disponen de aislamiento; en el
caso de las inclinadas, si hay un espacio intermedio entre el falso techo y el
tejado, si hay lucernarios,…).
- Suelos
(si debajo hay un garaje, local comercial o forjado sanitario; o si está
cimentada directamente sobre el suelo,…).
- INSTALACIONES. Entre otras:
-
Caldera de agua caliente. (Necesitamos
conocer, como mínimo, la potencia y antigüedad, además del volumen en caso de
contar con acumulador (en el caso de los calentadores eléctricos)).
-
Sistema de calefacción (si es compartido con
la caldera, o con el aire acondicionado, o si funciona con estufas
eléctricas…).
- - Sistema de refrigeración (si dispone de ello
y el tipo. El sistema más frecuente en
una vivienda es el aire acondicionado).
- - Sistemas de contribución energética. (En el caso de disponer de placas solares
estaremos hablando de energía solar fotovoltaica; también están empezando a
implantarse los sistemas con biomasa; y menos frecuentes para viviendas
particulares son los sistemas de energía geotérmica y solar térmica).
- - Sistemas
de iluminación. Su repercusión no se
tiene en cuenta para el uso residencial, sólo en el caso de uso terciario (es
decir, locales comerciales, de oficinas, de formación…).
Datos particulares:
RELACIONADOS
CON LA ORIENTACIÓN. Entre otros:
- Toldos
y persianas: Además de indicar si se dispone estos elementos, el programa puede
valorar en qué medida afecta el que en verano, por ejemplo, estén echados
durante las horas de sol, una medida que muchos particulares tienen costumbre
hacer para evitar que la vivienda se recaliente durante el día.
_ RELACIONADOS
CON LAS INSTALACIONES. Entre otros:
- Temperatura
de la caldera: Cada vez más usuarios están concienciados de mantener la
temperatura de la caldera lo más baja posible, lo suficiente para no tener que
regularla con el grifo del agua fría.
- Superficie
de la vivienda afectada por la calefacción o refrigeración. Por ejemplo, en la zona sur de Levante no es
extraño encontrar quien, durante la mayor parte del invierno, sólo pone la
calefacción un ratito por la noche y sólo en el salón.
OBJETO DE LA CONSULTA:
· CÓMO OBTENER
UNA CALIFICACIÓN REALISTA
Hasta
ahora (y creo que no me equivoco cuando
digo que en la mayoría de los casos), cuando nos han pedido una CEE, hemos
esperado a encargarla a última hora antes de acudir a la notaría (de ya para
ya) y casi de lo único que nos hemos preocupado es del precio. También es
cierto que pocos compradores se han decidido por una vivienda o por otra en
función de la letra de la etiqueta.
Pero
la cosa cambia cuando hay posibilidad de obtener una rebaja fiscal en función
de la clasificación obtenida. ¿En qué
medida puedo yo influir, como peticionario de este documento, para mejorar la
letra?
PARTICIPANDO. Me explico: siendo consciente de que el
técnico redactor certifica en base a los datos obtenidos de la inspección de la
vivienda, tanto los que él ve, como los que recoge por parte del usuario. Por tanto, cuanto mejor sea la comunicación
técnica entre ambos, más ajustados serán los datos resultantes del certificado.
O pongo un par de ejemplos:
- - Aportando, si las tengo, las especificaciones técnicas y fecha de compra de caldera, radiadores, aparatos de aire acondicionado y similares.
ü Mejor
a menor antigüedad.
- - Informando al técnico de las costumbres de uso recogidas en el apartado anterior (“Datos particulares”).
ü Es
interesante porque sólo el hecho de mantener algún grado más bajo la
temperatura de la caldera, puedo conseguir que me mejore la letra.
(El técnico lo podría justificar con un
simple formulario completado por el cliente (que simplemente se archiva con el
expediente, no constituiría ningún anexo).
-
¿Tanto puede cambiar la letra?
Con
el programa lo que obtenemos es un índice (un número) y una escala de valores (que varía para cada
circunstancia, para ninguna CEE es igual).
Según esto el programa establece, que por ejemplo, para índices
inferiores a “4” la letra es “A”, si está entre “4 y 7” es “B”.
Mejor
ver un ejemplo. En el siguiente gráfico
veremos la escala a la izquierda y el índice obtenido a la derecha.
Con
la participación de la que hemos hablado anteriormente, dependiendo del escalón
en el que nos encontremos, ese índice
puede llegar a bajar hasta moverse a un escalón más favorable.
Somos
optimistas, pero no ilusos. Si en mis manos está el afinar, lo deberé intentar
y os animo a ello. Habrá veces que será
imposible. Me he encontrado casos en los
que, en una escala como la del gráfico superior, me ha salido un valor disparatado, parecido a
“80”, y después de darle “cien vueltas” me he tenido que conformar con plantear
mejoras que difícilmente mejoraban la letra.
Pero eran viviendas deshabitadas y la verdad es que no suele ser muy
normal.
CONTINUARÁ
¿Habrá
finalmente rebaja en el IBI por la calificación energética de una vivienda? En
Ingeniería para Optimistas confiamos en ello y espero que estas pautas os
ayuden a obtener la mejor calificación posible.
En
el siguiente artículo acabaremos dando respuesta a las cuestiones planteadas al
principio, aunque algunas ya las podéis ir intuyendo. Veremos qué datos interesantes podemos
deducir de un certificado y cómo utilizar esa información para saber en qué
medida necesitamos ahorrar en consumo y modificar nuestros hábitos para
preservar el medio ambiente que nos rodea.
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